UN MARTILLO EN LA PIEDRA

 En 1936, una pareja que paseaba por el campo de Texas se encontró con una extraña roca. Aunque no entendían mucho sobre geología, les pareció curioso que un trozo de madera estuviera atrapado en una piedra que parecía ser tan vieja.

Decidieron llevar la roca a su casa y guardarla almacenada durante algún tiempo. Cuando el hijo de la pareja decidió romper la roca para ver qué había exactamente dentro, descubrió que cubría la cabeza de un martillo: el trozo de madera era el mango, que había estado sobresaliendo.

Habiendo resuelto un misterio, el descubrimiento pronto dio lugar a uno nuevo: el martillo estaba fechado en el siglo XIX.

¿Una prueba de creacionismo?

(Fuente: Wikimedia Commons)

Décadas más tarde, esta pregunta llamó la atención de Carl Baugh, un conocido creacionista que defiende la teoría de la Tierra Joven. Según Baugh, el planeta Tierra no puede ser tan antiguo como dicen los científicos, ya que habría evidencia que probaría que los humanos y los dinosaurios vivían juntos; es importante tener en cuenta que nunca ha podido probar ninguna de estas supuestas evidencias.

Cuando Baugh se enteró del martillo en la roca, decidió investigarlo. El creacionista afirmó que la roca alrededor del martillo era del período Cretácico (hace entre 145 y 65 millones de años). Para Baugh, eso sería una prueba de que la Tierra no podía ser tan vieja, así como evidencia de que la teoría de la evolución era incorrecta y que los humanos y los dinosaurios compartieron el planeta en un momento dado.

"Si el artefacto es realmente del período Cretácico, ¿dónde deja eso la teoría evolutiva, ya que el hombre no debería haber evolucionado durante otros 100 millones de años o más?" Preguntó Baugh. "Si el artefacto es relativamente reciente, significa que una formación Cretácica también es relativamente joven ... Una vez más, ¿dónde deja esto a la teoría evolutiva con sus fechas tradicionales para las formaciones del Cretácico?"

Derrocando la teoría creacionista

Los humanos que comparten espacio con los dinosaurios siguen siendo exclusivos de la ficción. (Fuente: IMDb)

No pasó mucho tiempo antes de que la teoría de Baugh fuera derribada. Glen J. Kuban, un programador que trabajaba en la identificación de huellas de dinosaurios en los Estados Unidos, fue quien cuestionó al creacionista. Para él, no había duda de que la roca y el martillo eran de épocas completamente diferentes.

Después de estudiar el caso, en 1997, Kuban publicó un artículo comentando cuál era la explicación del martillo en la roca. En su estudio, afirma que la piedra es incluso más antigua de lo que Baugh había estimado, originaria del Ordovícico (hace entre 488 y 443 millones de años). Y su explicación para el martillo del siglo XIX en el interior era bastante simple.

"La respuesta es que la concreción en sí no es del Ordovícico", dijo Kuban. "Los minerales en solución pueden endurecerse alrededor de un objeto intrusivo arrojado a una grieta o simplemente dejarlo en el suelo si la roca fuente (en este caso, supuestamente Ordovícico) es químicamente soluble".